El Monasterio

Monasterio de San Julian de Samos · Abadía de Samos

Biblioteca y Archivo

“Claustrum sine librario sicut castrum sine armamentario”
“Un monasterio sin libros es como un castillo sin armas”


La biblioteca principal ocupa casi toda la crujía sudeste. Una puerta con una lapidaria inscripción latina nos invita a entrar. Muchas son las vicisitudes que ha sufrido a lo largo de la historia. La más funesta acaeció en 1835 con la desamortización decretada por el gobierno del impío Mendizábal. La mayoría de sus libros fue trasladada a Lugo y pasó a formar parte del fondo primitivo de la Biblioteca Pública, juntamente con los de otros conventos suprimidos de la provincia.

Al reanudarse en 1880 la vida monástica en Samos, los monjes restauradores pusieron un especial interés en rehacer la biblioteca en la medida de sus posibilidades. Y, de hecho, lo lograron. Mas el incendio de 1951, en el que fueron pasto de las llamas algo menos de la mitad de sus libros, supuso una pérdida irreparable. A partir de entonces se ha ido reponiendo y acrecentando, aunque, respecto a los fondos antiguos, dista mucho de lo que fue antes de la desamortización. Se conservan algunos cantorales del siglo XVII, algunos de ellos obra del P. Antonio Sánchez, monje del monasterio. Entre las grandes colecciones debemos mencionar la Patrología Griega (168 vols), y Latina (222vols) de Migne, Sacrorum Conciliorum nova et amplissima (54 vols), etc, con un amplio surtido de obras contemporáneas.

El archivo custodia doce incunables y varios manuscritos de gran importancia para el monasterio. Podemos citar, a modo de ejemplo, un pergamino del rey Fernando III, el Santo, del siglo XIII, y un privilegio rodado de Fernando IV el Emplazado, fechado en Cuellar en el año 1303.
 

 

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